OPINIONES DE UNA BRUJA.
A veces quisiéramos olvidar para escapar. Acabo de terminar el libro “Desmemorias” de mi compañera rumana del curso de literatura, Ana Cosultchi que vivió su infancia bajo el régimen comunista. Me ha provocado una revolución de emociones y mucha claridad. Nos ha querido mostrar la verdad sobre el comunismo, un régimen de opresión, carencia, injusticia, crimen y oscuridad. Recuerdos que ella ha querido sepultar pero le siguen moviendo el alma. Sus ancestras le trasmitieron el arte de leer la mano, el café, las runas, tenía visiones y sus tías, junto con su abuela, vieron lo que venía antes del muro de hierro, intentaron huir pero no todas lo lograron, fueron asesinadas como presas de caza por un francotirador. Morían, en esa época, hasta 50 personas en ese cruce, deseaban mantener algo de libertad.
Ana logró salir al casarse con un mexicano y cuando regresó a visitar, ya cuando el régimen había caído, miró que muchos seguían encerrados y oprimidos, ahora por su mente, donde se había apagado su cielo interior.
La historia, las historias personales tienen mucho que mostrar y contar a nuestros ojos y oídos exteriores; los oráculos, los sueños y las visiones dan avisos a nuestros ojos y oídos interiores.
Es de necios e ignorantes elevar y aspirar a sistemas atroces, criminales y que NO HAN FUNCIONADO; han traumatizado aún más a la humanidad que sigue sangrando y que otorga el poder a los malos.
A veces no podemos evitar el karma o el daño exterior, es impersonal; pero podemos elegir abrir los ojos y liberar nuestra mente, dejar volar nuestro pensamiento y mirarnos en nuestra plena dimensión.
A veces nos exigimos y condenamos tratando de cubrir estándares, en realidad nos hemos vendido.
La esclavitud por nuestra autoexigencia y querer demostrar es una cárcel forjada internamente. Por esto la bruja danza alrededor del fuego y se viste de estrellas, ganando un poco de libertad.
La bruja empieza por barrer las creencias impuestas y abre su mente al infinito volando en su escoba interior.
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